23 de enero de 2011

Conociendo a San Pablo


Viajar con niños!!  Esta será mi nueva sección, nuestra experiencia viajando con los pequeños, mostrando rincones especiales, lugares donde comer con ellos... Espero os guste!

Un día conociendo a San Pablo:

En Roma, si tenéis la oportunidad de conseguir un coche o de que algún amigo os lleve, no os debéis perder la Iglesia del Martirio de San Pablo o también llamada las "Tre Fontane". Lo primero es cómo llegar:
  • en coche utilizando el "tomtom" Via di Acque Salvie, 1 - 00142 Roma
  • en metro: coger la línea B dirección Laurentina y bajarse en la ultima parada, luego cogeremos el bus 761 que encontraremos en la salida del metro.
Al llegar nos encontraremos una bonita entrada con un pequeño barcito, donde empezamos a contarles la historia de San Pablo.



 Y cual es su historia, pues os la cuento:
               Pablo nació en una familia judía acomodada, de la tribu de Benjamín, en Tarso de Cilicia (hoy Turquía), por ser Tarso una ciudad griega tubo la ciudadanía romana. Se formó en la tradición y cultura judías y fue a Jerusalén a estudiar en una famosa escuela, entre los judíos.
               Pablo llegó a ser un importante joven fariseo, fanático y dispuesto contra los cristianos. Creía que la nueva secta era una amenaza para el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores castigados. Incluso llegó a estar presente en la muerte de San Esteban, primer mártir, que murió apedreado.
              Poco después Pablo experimentó la revelación que transformó su vida. Mientras iba a la ciudad de Damasco para continuar su persecución contra los cristianos y hacerles renegar de su fe, Jesucristo se le apareció y tirándolo por suelo le preguntó: "Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?" Hechos 9, 1-19:

La vocación de Pablo9:1 Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote
9:2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres.
9:3 Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor.
9:4 Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"
9:5 Él preguntó: "¿Quién eres tú, Señor?". "Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz.
9:6 Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer".
9:7 Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz, pero no veían a nadie.
v8 Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.
9:9 Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber.
El bautismo de Pablo9:10 Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en una visión: "¡Ananías!" Él respondió: "Aquí estoy, Señor".
9:11 El Señor le dijo: "Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso.
9:12 Él está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la vista".
9:13 Ananías respondió: "Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran daño a tus santos en Jerusalén.
9:14 Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre".
9:15 El Señor le respondió: "Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel.
9:16 Yo le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi Nombre".
9:17 Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: "Saulo, hermano mío, el Señor Jesús —el mismo que se te apareció en el camino— me envió a ti para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo".
9:18 En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado.
9:19 Después comió algo y recobró sus fuerzas.


Como todo cristiano, San Pablo fue perseguido y finalmente encarcelado por dos años (cárcel Mamertina que puede ser visitada aun en Roma). Por ser romano no fue crucificado, sino que tenia el "derecho" a ser martirizado y luego le cortaron la cabeza, fuera de las murallas de la ciudad sin presencia de publico.

Nada más entrar os encontrareis con dos iglesias, la que está a la izquierda dedicada a San Vicente y San Anastasio, a la derecha esta otra dedicada a Santa Maria Scala Coeli (por la visión de Santo Domingo de la Virgen que le abre una escalera directa al cielo)



En esta pequeña iglesia encontramos, entre tantas curiosidades: la conversión de San Zenón y sus 10 mil soldados:


Y segundo, podréis ver la cárcel donde estuvo San Pablo antes de su martirio, ahí mismo hay una pequeña oración muy bonita, que podéis compartir con los más pequeños.


Saliendo de esta iglesia vereis una hermoso paseo que lleva a la Iglesia de San Pablo, donde fue decapitado y donde la tradición dice que en la columna de la derecha pudo ser en la que estuvo encadenado San Pablo y decapitado. Tras la decapitación la tradición dice, que la cabeza dio tres saltos y de cada uno de ellos salio una fuente, aun hoy existentes:


En la foto podéis ver las tres fuentes. Ahí estaba mi marido contándoles la historia a los niños y lo más maravilloso es ver como los más pequeños ven la muerte como algo natural, como un transito. Es increíble, no se han quedado traumatizados ni nada de eso, es para ellos una historia maravillosa de un amigo de Jesús que anunciando el amor de Dios fue perseguido y que ahora está en el Cielo.



Tras esta visita es casi obligatorio ir a la Basílica San Pablo Extramuros, es la segunda basílica más grande de Roma, donde fue enterrado San Pablo.


Es inmensa, preciosa, con muchisima historia que mejor os dejo este enlace donde está muy bien explicado:
http://www.corazones.org/lugares/italia/roma/pablo_extramuros/pablo_extramuros.htm


A los más pequeños les sorprende ver que es tan grande y majestuosa, mis hijos decían "oh mama la casa de Jesús es muy grande"
Luego vimos la tumba y mi hijo se enfado, porque no había visto a San Pablo, entonces le explicamos que no se podía ver, porque estaba en el cielo, ahí solo estaba su tumba para hacernos recordar a él.



Espero os haya gustado, nosotros disfrutamos ese día, fue uno de los más interesantes del viaje. Ahora os dejo al tarea a vosotros, adaptarlo a la edad de vuestros pequeños, a vuestros intereses, pero lo más importante es que disfrutéis el tiempo con vuestros hijos!

Para nosotros trasmitir la fe es una oportunidad también!

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