Lo primero:
- pinturas para dedos
- hojas en blanco (o de colores)
- NIÑOS!
Para que no acabe toda nuestra casa llena de pintura, sigamos unas pautas: simplemente colocamos sobre la mesa las hojas en blanco y las pinturas. Que un mayor con un pincel pinte las palmas de las manos de los niños de un color (o varios si quiere) y ayudamos a los niños a plasmar bien su huella sobre el papel. Que el pequeño se limpie las manos y listo!
Mientras ellos iban y venían limpiándose las manos, yo iba cambiando los folios y guardándolos para que se secaran.
Una vez hecho, se deja secar y una vez seco se pinta el fondo y los detalles.
A pintar!!
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